En un modesto estudio del barrio de Ruzafa (Valencia) el pintor Josep-Marí Gómez Lozano, a lo largo de varios años, repinta un lienzo de su padre, Vicente Gómez García. La jornada laboral del pintor transcurre tranquilamente mientras vemos la evolución del cuadro y las transformaciones graduales de su entorno como las diferentes luces del día, los cambios de estaciones durante el año y la remodelación del barrio con los nuevos edificios.